El lápiz morado
Chloe Chan Sin Yee
¡Hola, mi nombre es Isabella y en mi familia habemos cuatro!
El domingo, el clima estuvo un poco soleado con un poco de viento.
La temperatura fue de trece grados centígrados.
Entonces, salí a jugar al baloncesto con mi hermana.
Hablamos acerca de la escuela, los amigos y los lugares que deseamos visitar.
¡Fue una mañana genial!
Cuando mi hermana y yo volvimos a casa, mi familia decidió ir al centro comercial para comprar material escolar para mí antes del lunes porque el clima era perfecto.
En el centro comercial, vi una papelería y entré.
Encontré un lápiz morado que me encanta.
Le pedí a mi madre que me lo comprara, ¡pero me dijo que era demasiado caro!
Me sentí muy triste al salir de la tienda con mi familia.
Me fui a dormir pensando en lo bonito que era el lápiz y en no poder haberlo comprado.
Luego, en mi primer día de escuela, encontré a mi amiga Mirabel y decidí contarle sobre el hermoso lápiz que encontré en la tienda.
A Mirabel también le gusta el lápiz morado y sugirió que hiciéramos todo lo que nuestros padres nos piden hacer a cambio de un dólar hasta que tengamos suficiente dinero para comprar el lápiz que ambas queremos.
Necesitamos ahorrar cinco dólares para comprar el lápiz morado.
Un día mamá y yo fuimos de visita a la casa de Mirabel.
Maribel: – ¡Mira Isabella! ¡Compré el lápiz morado!
Yo la miré sorprendida y dije:
– ¡Mirabel! ¿Cómo compraste el lápiz morado tan rápido!?
Mirabel: – Trabajé duro para comprar el lápiz, Isabella.
Pude ver que Mirabel se sentía muy feliz, pero yo estaba celosa porque quise el lápiz morado sin esperar hasta tener suficiente dinero para comprar mi propio lápiz morado.
Entonces, no pude esperar más.
Decidí robar el lápiz morado de Mirabel mientras ella hablaba con otro amigo.
Cogí el lápiz morado y le mentí a mamá diciendo que me sentía enferma y que quería volver a casa.
De regreso a casa saqué el lápiz morado y lo usé para hacer mi tarea.
¡Estaba muy feliz y concentrada haciendo mis deberes con mi lápiz morado mientras escuchaba música en el teléfono!
De pronto, mi mamá entró en mi habitación con manzanas y con un vaso de agua para mí.
Mi mamá me preguntó:
– Isabella, ¿cuándo compraste el lápiz morado? Dime la verdad.
Le respondí:
– Robé el lápiz morado de Mirabel – dije avergonzada.
Mi mamá me dijo enojada:
– ¡Vamos inmediatamente a la casa de Mirabel a devolver ese lápiz!
Cuando llegamos a la casa de Mirabel ella estaba muy triste porque no podía encontrar su nuevo lápiz morado.
Mirabel trabajó duro para comprar el lápiz morado y no sabía que yo lo tomé sin permiso.
Isabella: – ¡Lo siento Mirabel! Yo tomé tu lápiz. Nunca volveré a robarte. ¿Me perdonas? – pregunté.
Maribel: – ¡Por supuesto Isabella!
Nos abrazamos como lo hacen las buenas amigas y aprendí a no volver a robar porque algunas personas no perdonan como Mirabel.
Moraleja: No le robes a la gente. Lucha honestamente por lo que quieres.
Media Attribution
- Narradora: Constanza Rojas-Primus
- Música: Acoustic Breeze, Benjamin Tissot, Bensound’s Royalty Free Music
- Ilustraciones de Chloe Chan Sin Yee