El manzano

Megan van Ameyde


 

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Había una chica llamada Ximena que vivía en una montaña.

Ella vivía con su familia en una casa pequeña al lado de un gran manzano.

Un día, la mamá de Ximena le dijo:

– ¡Recoge las manzanas antes de que haga frío y llegue la tormenta, Ximena! De esta forma nosotras tendremos manzanas para comer cuando haga mal tiempo.

Era un día soleado. Ximena salió a mirar el árbol y dijo:

– ¡Tiene muchas manzanas! Las voy a recoger mañana. Hoy quiero jugar.

""Un pájaro voló hacia ella y se sentó en el árbol. El pájaro dijo:

– ¡Pronto va a hacer frío Ximena, recoge solo cinco manzanas hoy para que tengas algunas!

Ximena: – Las recogeré mañana. Hace sol. ¡Hoy quiero jugar!

Ximena jugó y después se fue a casa y ella durmió.

Al día siguiente, Ximena fue afuera y vio que estaba soleado.

Un ratón corrió hacia ella y se arrastró hasta el manzano. El ratón dijo:

– ¡Pronto va a hacer frío Ximena, recoge solo tres manzanas hoy para que tengas algunas!

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Ximena: – Las recogeré mañana. Hace sol. ¡Hoy quiero jugar!

De pronto una tortuga caminó lentamente hacia ella y se sentó al lado del manzano también. La tortuga dijo:

– ¡El ratón tiene razón, Ximena! Pronto va a hacer frío. Recoge solo una manzana hoy para que tengas al menos una.

Ximena: – ¡No!, ¡pronto no va a hacer frío! – ella gritó – ¡Hace sol todos los días! Las recogeré mañana. ¡Hoy quiero jugar!

Ximena jugó y después se fue a casa y ella durmió.

""Al día siguiente, Ximena fue afuera y vio que había una tormenta.

Ella miró al manzano. Hacía mucho viento. ¡El viento se llevó todas las manzanas!

Ximena corrió a recoger las manzanas, pero se habían ido.

Ella vio cómo las manzanas rodaban montaña abajo.

Ximena estaba triste. Ella no tenía manzanas. Su mamá no tenía manzanas. Ellas no tenían manzanas para comer. Ella volvió a la casa.

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Cuando ella entró a la casa, Ximena vio al pájaro, al ratón y a la tortuga con una gran canasta de manzanas. ¡Habían recogido las manzanas antes de la tormenta!

¡Aquí tienes Ximena! – ellos dijeron. – Vamos a compartir las manzanas contigo, pero debes prometer que las recogerás el próximo verano.

Ximena: – ¡Muchas gracias! – ella sonrió. – ¡Prometo que no voy a posponer el trabajo otra vez!

 

Moraleja: No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy.

 

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La hora del cuento en español Copyright © by Constanza Rojas-Primus and Sofía Rodríguez is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial 4.0 International License, except where otherwise noted.

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