El sol es hermoso en el cielo. Hay quince nubes que rodean el sol tratando de cubrirlo. Un grupo de patos camina a la orilla del lago. Hay niños nadando en el lago. Dos chicas juegan al fútbol, una familia está comiendo comida, y los patos están graznando. Las familias están hablando, bailando y escuchando música. Todo el mundo está feliz.

¡Estoy hambriento! –dice un patito. El pequeño patito blanco ve un rastro de semillas y las sigue.

¡Oh! ¿Qué es esto? –dice el patito.

¡Charcos! –dice el patito. El patito salta de un charco a otro, salpicando el agua por todas partes. Los pies del patito ahora están fríos y sus alas están mojadas, pero él sigue saltando.

Al final del camino, el pequeño pato se detiene y mira un pedazo de pan flotando en el lago. Él se mete al lago para buscar el pan. Nada lo más rápido que puede, pero rápidamente se cansa.

El patito grita –¡auxilio!, ¡auxilio! –mientras se hunde lentamente. La mamá pata mira hacia atrás y nota que uno de sus patitos no está.

¡Patito, patito! –su madre grita -tratando de encontrar a su patito.

Mientras tanto, un niño pequeño que juega junto al lago oye un fuerte sonido de graznido y ve a un patito que se ahoga.

El chico corre hacia el agua y salva al patito y decide cuidar de él.

¡Oh, no! mejor me quedo con el patito –dice el chico.

El chico lleva el patito a su casa porque los dos están mojados y tiritando de frío.

Entonces el niño entra a su casa acompañado del patito.

El niño le dice a su mamá: –tenemos mucho frío, ¡por favor ayúdanos!

¡Por supuesto mi amor! –dice la mamá del niño. La madre hace chocolate caliente para el niño y lo sienta a él y al patito frente a la chimenea y ambos se duermen.

Mientras tanto la madre pata se pregunta dónde está su patito. Mientras sus otros patitos duermen la madre pata busca a su patito perdido, pero ella no lo encuentra.

Al día siguiente, el niño y el patito se despiertan y el patito está triste. Él mira la hora y son las 11:15 de la mañana.

Oh, no, echo de menos a mi mamá pata, –dice el pequeño patito llorando.

El niño le muestra un mapa del lago al patito. El patito levanta su ala y apunta hacia la esquina del mapa:

–¡Ahí está mi casa! –dice el patito.

Entonces el niño ayuda al patito a llegar a su casa.

La familia de patos espera pacientemente al pequeño pato.

El patito viene corriendo por una colina: –¡Mamá, mamá, aquí estoy!

La madre pata abraza a su patito y dice: –Estoy tan contenta de que estés a salvo.

Entonces vivieron juntos y felices para siempre.

Moraleja: Las dificultades nos enseñan a apreciar a nuestros seres queridos.

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• Narradora: Constanza Rojas-Primus
• Música: Acoustic Breeze, Benjamin Tissot, Bensound’s Royalty Free Music
• Ilustraciones de Cheyenne Pokeda